MADRID.- No hubo sorpresas en la última sesión del debate de investidura de Mariano Rajoy: el “no” de los socialistas impuso al líder conservador un nuevo fracaso que perpetúa el bloqueo político en España y podría llevar al país a unos terceros comicios.
Obtuvo 170 votos a favor y 180 en contra. Dos días después de la primera votación en el Congreso de los Diputados, el jefe del Ejecutivo en funciones y líder del Partido Popular (PP) insistió en la necesidad de que se forme Gobierno de forma urgente y advirtió de la “alta factura” que supondría para los españoles la continuidad de la parálisis.
“Es responsabilidad de todos los grupos de esta Cámara que ese Gobierno pueda ver la luz y evitar nuevas elecciones”, dijo al inicio de su discurso, en el que pidió el apoyo del Partido Socialista (PSOE), segundo en las elecciones generales del 26 de junio.
“El grupo socialista se niega a permitir la constitución del único Gobierno que parece viable y lo hace sin plantear una alternativa”, destacó el líder conservador, el más votado en las urnas.
Como respuesta, el secretario general del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, destacó que las formaciones que representan “las fuerzas del cambio” tienen “la responsabilidad de ofrecer una solución” a la situación que vive España, aunque no ofreció una propuesta clara.
“Si actuamos con alturas de miras y generosidad encontremos la solución y el PSOE formará parte de esa solución”, indicó.
Como ya hizo el martes, el socialista lanzó un duro alegato contra Rajoy, a quien calificó de “presidente peor valorado de la historia de la democracia” española y acusó de estar “pensando en las terceras elecciones”, que se convocarían si el 31 de octubre no hay Ejecutivo. Ante la ambigüedad de Sánchez, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, emplazó al PSOE a aclarar si está dispuesto a buscar un acuerdo de Gobierno con el partido considerado heredero del movimiento de los indignados o si apuesta ya por una nueva cita electoral. “A lo mejor no tienen otra oportunidad de estar al frente de un proyecto de país nuevo”, advirtió.
Por otra parte, el líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, criticó que las fuerzas políticas piensen ya en unas terceras elecciones y pidió “perdón” a los españoles por “no ser capaz de convencer” al PP y al PSOE “de que se pongan de acuerdo”.
Tras ganar las elecciones generales del 26 de junio, que fueron “de facto” la repetición de las celebradas en diciembre, Rajoy cuenta con 170 votos favorables en el Congreso: los de sus 137 diputados, 32 del partido liberal Ciudadanos y uno del regionalista Coalición Canaria. Pero con esta suma, el líder del PP no logró el martes superar con éxito la primera votación de investidura, que exigía mayoría absoluta, es decir, 176 apoyos y nuevamente ayer se aseguró el respaldo de esos 170 representantes en una asamblea de 350 escaños, por lo que volvió a quedar a seis votos de la mayoría.
Ahora se abre un periodo de casi dos meses para formar Gobierno. Si el 31 de octubre no hay un presidente investido, se disolverán las Cortes (Congreso), según los plazos constitucionales y se convocarán elecciones para diciembre, las terceras en un año. El país lleva sin Gobierno más de ocho meses. (DPA)
Se votará en Galicia y en el País Vasco
Rajoy se mostró decidido a seguir intentando su investidura en los dos meses de negociaciones que se abrieron con el rechazo a su candidatura. Las elecciones vascas y gallegas también podrían abrir un nuevo escenario para el dirigente conservador, cuyo partido puede resultar fortalecido en su tierra natal, Galicia, mientras que en el País Vasco, los nacionalistas del PNV podrían necesitar de algún favor del PP para seguir en el poder, con lo que a cambio podrían brindar su apoyo a Rajoy. Los dos regiones españolas elegirán autoridades el 25 de este mes, en unos comicios que han despertado una especial expectativa por las consecuencias políticas que podrían acarrear.
El desempleo volvió a subir en agosto
Las dificultades económicas que sufre España volvieron a quedar al desnudo al conocerse el informe sobre la desocupación. El número de desempleados aumentó en agosto en 14.435 personas respecto al mes anterior rompiendo así una racha de cinco meses consecutivos de mejoras, mientras el país continúa con un gobierno en funciones, en proceso de investidura. La cifra de parados se sitúa en 3.697.496, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que explicó que la pérdida de empleo en agosto es una tónica habitual. Aunque en el último año el paro ha descendido en 370.000 personas, expertos advierten que la situación podría empeorar ante la crisis política.